sábado, 26 de octubre de 2019

MADUREZ ESPIRITUAL


La madurez espiritual es un proceso que comienza cuando una persona acepta a Jesucristo como su Salvador. Él o ella renacen en el Espíritu Santo y escoge vivir "en Cristo." El apóstol Pablo dijo que el crecimiento espiritual es un proceso continuo. "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado. Pero una cosa hago: Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús". (Filipenses 3:12-14). El mismo apóstol Pablo no lo había alcanzado, aun así continuamente prosiguió a la meta.


Por lo tanto, para que se desarrolle la madurez cristiana en su vida, debe tomar la decisión de aprender la Palabra de Dios para renovar su mente, y entonces obedecer aquello que ha aprendido. Romanos 12:1-2 dice; "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto natural. Y no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."

¿Cuáles son los signos de madurez espiritual?

La madurez espiritual consiste en aprender cómo caminar en obediencia a Dios. Es tomar la decisión de vivir según el punto de vista de Dios en vez del humano. Gálatas 5:16 y 25 nos dan la clave: "Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne...Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu." La palabra "andar" en el verso 16 viene de la palabra griega peripateo, que significa "caminar con un propósito a la vista." La palabra "andar" en el verso 25 ha sido traducida de otra palabra griega stoicheo y significa "paso a paso, un paso a la vez." Es aprender a caminar bajo la instrucción de otro. Esa persona es el Espíritu Santo. Ya que el Espíritu Santo mora en los creyentes, deben andar también bajo Su control.



¿Cómo puede andar bajo el control del Espíritu Santo? ¡Estudie la Palabra de Dios! 2a de Timoteo 2:15; 3:16-17 nos instruye: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad...Toda escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." Esta es una instrucción buena y práctica acerca de cómo llegar a ser espiritualmente maduro. No se consigue por osmosis, sino cuando escogemos aplicar la Palabra de Dios a circunstancias de todos los días. A medida que avanza paso a paso, aplicando la Palabra de Dios en su vida, crecerá espiritualmente.

La madurez espiritual debe ser una prioridad para usted. "Y todo aquél que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal". (Hebreos 5:13-14). Como creyente, usted no debería alimentarse de leche. En su lugar, usted está llamado a masticar la "comida sólida" de la Palabra de Dios. Descubra la verdad de Dios a través del estudio a profundidad de la Biblia y aliméntese espiritualmente. Luego aplique ese sustento a su vida a medida que camina en el Espíritu Santo.

Para poder experimentar madurez espiritual, uno debe también entender que el crecimiento viene por gracia y que sólo Dios es su fuente. 2a de Pedro 1:3-9 nos recuerda que Dios es la fuente. "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquél que nos llamó por su gloria y excelencia. Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene esas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados."


Cuando usted se convirtió en un hijo de Dios, le fue dado todo lo que necesitaba "en Cristo" para llegar a ser un creyente espiritualmente maduro. Sin embargo, usted es responsable de ¡tomar la decisión! ¿Escogerá usar y aplicar los principios de Dios en su vida? Lo maravilloso de someterse al proceso de maduración de Dios es que ¡usted cambiará! No tiene que preocuparse acerca de llegar a ser maduro. ¡Dios provee el cambio! Él le asemejará a la imagen de Jesucristo a medida que usted se entrega en humildad a Su Santo Espíritu y aprende Su Palabra.

Hebreos 13:20-21 dice: "Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén."

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