La madurez espiritual es un
proceso que comienza cuando una persona acepta a Jesucristo como su Salvador.
Él o ella renacen en el Espíritu Santo y escoge vivir "en Cristo." El
apóstol Pablo dijo que el crecimiento espiritual es un proceso continuo.
"No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo,
por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado. Pero una cosa hago: Olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús".
(Filipenses 3:12-14). El mismo apóstol Pablo no lo había alcanzado, aun así
continuamente prosiguió a la meta.
Por lo tanto, para que se
desarrolle la madurez cristiana en su vida, debe tomar la decisión de aprender
la Palabra de Dios para renovar su mente, y entonces obedecer aquello que ha
aprendido. Romanos 12:1-2 dice; "Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es vuestro culto natural. Y no os conforméis a
este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta."
¿Cuáles son los signos de madurez
espiritual?
La madurez espiritual consiste en
aprender cómo caminar en obediencia a Dios. Es tomar la decisión de vivir según
el punto de vista de Dios en vez del humano. Gálatas 5:16 y 25 nos dan la
clave: "Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la
carne...Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu." La
palabra "andar" en el verso 16 viene de la palabra griega peripateo,
que significa "caminar con un propósito a la vista." La palabra
"andar" en el verso 25 ha sido traducida de otra palabra griega
stoicheo y significa "paso a paso, un paso a la vez." Es aprender a
caminar bajo la instrucción de otro. Esa persona es el Espíritu Santo. Ya que
el Espíritu Santo mora en los creyentes, deben andar también bajo Su control.
¿Cómo puede andar bajo el control
del Espíritu Santo? ¡Estudie la Palabra de Dios! 2a de Timoteo 2:15; 3:16-17
nos instruye: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de
verdad...Toda escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." Esta es
una instrucción buena y práctica acerca de cómo llegar a ser espiritualmente
maduro. No se consigue por osmosis, sino cuando escogemos aplicar la Palabra de
Dios a circunstancias de todos los días. A medida que avanza paso a paso,
aplicando la Palabra de Dios en su vida, crecerá espiritualmente.
La madurez espiritual debe ser
una prioridad para usted. "Y todo aquél que participa de la leche es
inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es
para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos
ejercitados en el discernimiento del bien y del mal". (Hebreos 5:13-14).
Como creyente, usted no debería alimentarse de leche. En su lugar, usted está
llamado a masticar la "comida sólida" de la Palabra de Dios. Descubra
la verdad de Dios a través del estudio a profundidad de la Biblia y aliméntese
espiritualmente. Luego aplique ese sustento a su vida a medida que camina en el
Espíritu Santo.
Para poder experimentar madurez
espiritual, uno debe también entender que el crecimiento viene por gracia y que
sólo Dios es su fuente. 2a de Pedro 1:3-9 nos recuerda que Dios es la fuente.
"Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido
dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquél que nos llamó por
su gloria y excelencia. Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y
grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa
de la concupiscencia. Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto
mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento,
dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la
piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal amor. Porque si estas cosas
están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en
cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene esas
cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de
sus antiguos pecados."
Cuando usted se convirtió en un
hijo de Dios, le fue dado todo lo que necesitaba "en Cristo" para
llegar a ser un creyente espiritualmente maduro. Sin embargo, usted es responsable
de ¡tomar la decisión! ¿Escogerá usar y aplicar los principios de Dios en su
vida? Lo maravilloso de someterse al proceso de maduración de Dios es que
¡usted cambiará! No tiene que preocuparse acerca de llegar a ser maduro. ¡Dios
provee el cambio! Él le asemejará a la imagen de Jesucristo a medida que usted
se entrega en humildad a Su Santo Espíritu y aprende Su Palabra.
Hebreos 13:20-21 dice: "Y el
Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran
pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda
obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es
agradable delante de Él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de
los siglos. Amén."
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