¿Quién es él? ¿Qué significa esta extraña palabra? ¿Cómo
puede usted evitar ser una víctima del engaño de esta persona?
Hablando del tiempo justo antes del regreso de Jesucristo,
el apóstol Juan escribió, “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros
oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por
esto conocemos que es el último tiempo” (1 Juan 2:18).
El término anticristo significa contra o contrario
a Cristo. Albert Barnes explica que este término “puede denotar cualquiera que
reclama estar en lugar de Cristo, o alguien quien, por cualquier causa, estaba
en oposición a él” (Notas de la Biblia, 1 Juan 2:18).
¿Quién y qué es el anticristo?
El pasaje anterior muestra que una persona específica
aparecerá como “el anticristo” antes del regreso de Cristo y que muchos
“anticristos”—aquellos del mismo espíritu o filosofía que es en contra de Cristo—ya
existían. La persona específica a quien Juan se refirió tiene nombres
adicionales en otros pasajes de la Biblia.
Éstos incluyen:
“El hombre de pecado” quien, con la ayuda de Satanás, hará
milagros para engañar a la gente antes del regreso de Cristo (2 Tesalonicenses
2:3).
“Otra bestia que subía de la tierra” (Apocalipsis 13:11).
“El falso profeta” quien engañará a los habitantes de la
tierra para que peleen contra Cristo cuando Él regrese (Apocalipsis 16:13-14).
Aunque no sabemos quién es este individuo específico por
ahora, podremos identificarlo en el futuro por medio del “poder y señales y
prodigios mentirosos” que le serán concedidos por Satanás el diablo para
engañar a los humanos haciendo que éstos desobedezcan y se rebelen contra
Cristo (2 Tesalonicenses 2:9). Esta persona será destruida al regreso de Cristo
a la tierra (2 Tesalonicenses 2:8; Apocalipsis 19:20).
Muchos engañadores.
Además del “anticristo” Jesús y los apóstoles advirtieron
que habría muchos falsos profetas que surgirían y engañarían a los seres
humanos al final de este siglo (Mateo 24:4-5). Más tarde Juan identificó a
cualquiera que fuese un falso profeta como “el engañador y el anticristo” (2
Juan 1:7).
Los movimientos anticristianos ya están en acción en nuestro
mundo en la actualidad. En los Estados Unidos, los ateos quieren remover el
nombre de Dios y de Cristo de los monumentos nacionales y de la moneda circulante.
Tales esfuerzos son irrespetuosos de Dios y son tal vez algunos de los
esfuerzos más obvios dirigidos en contra de Dios. Como Juan explicó, “¿Quién es
el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el
que niega al Padre y al Hijo” (1 Juan 2:22).
El engaño que en más difícil de identificar para muchos es
de naturaleza religiosa . Como Jesús advirtió, “Porque se levantarán falsos
Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera
que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos”.
La enseñanza del anticristo.
¿Cómo podemos identificar la enseñanza de los que se oponen
a Cristo de tal manera que podamos evitar ser engañados? Un estudio cuidadoso
de la Biblia revela lo siguiente acerca de los falsos maestros:
Su enseñanza abroga o minimiza la ley de Dios. Jesús vino
enseñando las leyes de su Padre, las cuales incluyen los 10 mandamientos. Él
declaró específicamente, “No penséis que he venido para abrogar la ley o los
profetas” (Mateo 5:17). Cristo acostumbraba observar todos estos principios
fundamentales de la ley de Dios. El apóstol Juan escribió, “El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6).
No obstante la mayoría de las Iglesias en la actualidad
creen que no es necesario seguir el ejemplo de Cristo de guardar todos los
mandatos de Dios. Muchos han sido engañados y creen que la ley ha sido clavada
en la cruz y que Jesús la guardó por nosotros.
Pero notemos lo que Jesús dijo: “No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad
de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:21-23).
Resumiendo las palabras de Cristo, Juan declaró, “Cualquiera
que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios” (2
Juan 1:9).
Ellos se harán pasar como maestros religiosos
legítimos. En 2 Corintios 11:13 Pablo identificó a estas personas como
“falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de
Cristo”. Continuando, Pablo declaró que estas personas que aparecían como
“ministros de justicia” estaban simplemente siguiendo el ejemplo de Satanás que
se presenta a sí mismo como “un ángel de luz” (vv. 14-15).
Esta enseñanza falsa, la cual Pablo llamó “misterio de
iniquidad”, ya había empezado en el primer siglo (2 Tesalonicenses 2:7) y
continúa en la actualidad.
¿Cómo podemos saber quién es un ministro legítimo de Dios?
Dios, a través del profeta Isaías, dijo: “¡A la ley y al testimonio! Si no
dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20). ¡Los
verdaderos ministros de Jesucristo enseñarán lo que Jesús enseñó!
Ellos niegan que Cristo vino en la carne y que Él y Dios el
Padre viven en los verdaderos cristianos en la actualidad. El apóstol Juan
declaró: “Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan
que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el
anticristo” (2 Juan 1:7).
Aparentemente, había falsos maestros que reconocían a Cristo
y no obstante enseñaban que Él no era realmente un hombre y que Él únicamente
parecía ser humano, para sufrir y morir. El apóstol contrarrestó la idea errónea
de que Jesús no era completamente humano en 1 Juan 4:2-3. Y en el relato de su
Evangelio, el mismo autor, Juan, también enfatizó la humanidad de Jesús al
registrar que cuando uno de los soldados le abrió el costado a Jesús durante su
crucifixión, “salió sangre y agua” (Juan 19:34). El Evangelio de Juan también
abordó el punto que los falsos maestros estaban negando—que el Padre y el Hijo
harían morada en los verdaderos cristianos por medio del Espíritu Santo (Juan
14:23).
A medida que se aproxima más el momento del regreso de
Jesucristo a esta tierra para establecer el Reino de Dios, es necesario que
usted tenga más cuidado con los falsos profetas y anticristos que de acuerdo a
la profecía vendrán. No permita que lo engañen. Recuerde la amonestación de
Cristo: “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mateo 19:17).
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