¿Quiénes son los dos representantes de Dios en el tiempo del
fin profetizados en Apocalipsis? ¿Qué harán ellos? ¿Por qué hay
dos testigos?
Zacarías vio dos olivos en su sueño, lo cual Dios explicó
que “son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra”
(Zacarías 4:14).
En el libro de Apocalipsis, Dios dice: “Y daré a mis dos
testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio”
(Apocalipsis 11:3).
Hay mucha especulación acerca de quiénes serán estos dos
representantes de Dios y su ministerio de 3½ años. Veamos lo que la Biblia—la
única fuente verdadera de información sobre el tema—dice acerca de estos
individuos especiales.
Conexión con Zacarías.
El pasaje en Apocalipsis continua explicando: “Estos
testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del
Dios de la tierra” (v. 4).
Esta declaración parece ser una continuación de una profecía
que Dios dio al profeta Zacarías para mostrar que Dios lleva a cabo las cosas por
medio del poder de su Espíritu (Zacarías 4:2-10). El aceite de oliva simboliza
el Espíritu Santo de Dios, y Dios animó a Zorobabel—quien condujo la
reconstrucción del templo—a recordar que las cosas espirituales serían llevadas
a cabo por medio del Espíritu de Dios y no por su propia fuerza (v. 6).
Después de explicar este principio importante acerca de cómo
se lleva a cabo su obra, Dios regresó a la visión de los olivos que Zacarías
había visto: “Estos son los dos ungidos que están delante del Señor
de toda la tierra” (Zacarías 4:14, énfasis agregado en todo). En el libro de
Apocalipsis Dios revela que estos dos individuos, quienes estarán llenos del
Espíritu Santo de Dios para hacer su obra, surgirán antes del regreso de Cristo
para cumplir su ministerio como una luz al mundo. Así como Dios llevó a cabo
las cosas a través del poder de su Santo Espíritu durante el tiempo de
Zorobabel, Él hará lo mismo a través de sus dos testigos durante los tiempos
del fin.
¿Por qué dos testigos?
A través de la Biblia, hallamos que Dios a menudo trabaja
con dos individuos. Durante el tiempo en que Zacarías escribió, Zorobabel
sirvió como gobernador y un hombre llamado Josué sirvió como el sumo sacerdote
(Zacarías 3:1). Anteriormente, Dios había usado a Moisés como el líder de los
antiguos israelitas y a su hermano Aarón como el sumo sacerdote.
En el Nuevo Testamento, Cristo envió a sus discípulos “de
dos en dos” (Marcos 6:7). Aunque ocasionalmente llevaron a otros para que
viajaran con ellos, Pablo y Bernabé trabajaron juntos para llevar el evangelio
a los gentiles.
Cuando dos personas trabajan juntas, a menudo pueden ser más
productivas que cuando trabajan solas. Reconociendo este principio, Eclesiastés
4:9-10 declara: “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su
trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo!
que cuando cayere, no habrá Segundo que lo levante”.
Otra razón por la que Dios tendrá dos testigos es debido a
la importancia de tener por lo menos dos personas que testifiquen en asuntos
judiciales. Como Deuteronomio 19:15 declara: “No se tomará en cuenta a un solo
testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación
con cualquiera ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se
mantendrá la acusación” (también ver Deuteronomio 17:6).
Al tener dos testigos, Dios está siguiendo su propia ley a
medida que por medio de ellos , les advierte a las personas que se arrepientan
de sus pecados antes de castigarlas por no prestar atención a su instrucción.
La labor de los dos testigos.
El relato en el libro de Apocalipsis nos da claves acerca
del trabajo de los dos testigos: “Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la
boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe
morir él de la misma manera. Ellos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de
que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para
convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces
quieran” (Apocalipsis 11:5-6).
A medida que estos representantes de Dios den testimonio al
mundo de que toda la gente necesita arrepentirse de sus pecados, ellos tendrán
acceso al Espíritu Santo de Dios para hacer milagros que nos recuerdan otros
profetas de Dios. Como Elías, ellos tendrán el poder para detener la lluvia (1
Reyes 17:1) y matar a cualquiera que trate de dañarlos (2 Reyes 1:9-12). Como
Moisés, ellos tendrán el poder de convertir el agua en sangre (Éxodo 7:17) y
golpear la tierra con plagas (Éxodo 7:14 hasta 12:30).
Pero hacer que la gente sufra no es su misión principal. En
lugar de eso, al igual que Elías, su meta será instar a la gente a volver sus
corazones a Dios (1 Reyes 18:37). Elías sirvió durante un tiempo cuando el
antiguo Israel se había corrompido excesivamente bajo el rey malvado Acab y su
esposa idólatra, Jezabel. Las profecías bíblicas muestran que la tierra entera
se corromperá antes del regreso de Cristo (2 Timoteo 3:13), y éste será el
ambiente en el cual llevaran a cabo su ministerio los dos testigos.
Prototipos bíblicos.
A través de los años, se han propuesto muchas explicaciones
para los dos testigos. A menudo se ha citado a profetas anteriores como tipos
bíblicos de lo que harán los dos testigos. El Comentario Bíblico del
Expositor dice, “Las identificaciones van desde dos personajes históricos
levantados a la vida, hasta dos grupos, hasta dos principios, tales como la ley
y los profetas. Tertuliano (d. 220) identificó a los dos con Enoc y Elías”
(comentarios sobre Apocalipsis 11:3).
Ya hemos visto que los poderes de Elías para detener la
lluvia y matar a los que intentaron dañarlo fueron precursores de los poderes
que tendrán los dos testigos, pero hay que tener en cuenta todavía otra
referencia a Elías.
Hablando del ministerio de Juan el Bautista, Lucas 1:16-17
dice, “Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de
ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer
volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia
de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto”. Este pasaje
muestra que Dios puede enviar representantes adicionales, tal como Juan el
Bautista, con un ministerio y poderes similares a los del profeta Elías.
Mientras que Juan el Bautista fue un cumplimiento de la
profecía en Lucas 1, indicando que Juan el Bautista haría una obra como la de
Elías (Mateo 17:11-13), Malaquías 4:5-6 indica aun otro cumplimiento de una
obra como la de Elías en el tiempo del fin. “He aquí, yo os envío el profeta Elías,
antes que venga el día del Eterno, grande y terrible. Él hará volver el corazón
de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no
sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” (Malaquías 4:5-6).
Algunas veces las profecías pueden tener múltiples
cumplimientos, y esta profecía respecto a la obra de Elías parece ser una que
cae dentro de esta categoría. Juan el Bautista fue claramente un tipo de Elías,
y el relato en Malaquías 4 indica que el pueblo de Dios también hará una obra
en el espíritu y poder de Elías al final de esta era. Finalmente, los dos
testigos completarán su ministerio con poderes como los de Elías.
La explicación de los dos testigos que parece adecuarse
mejor a las Escrituras es que ellos serán dos seres humanos que profetizarán en
el espíritu y el poder de Elías durante la Gran Tribulación
y el Día del Señor. Ellos vendrán para advertir al mundo que se arrepienta de
quebrantar las leyes de Dios y enviarán plagas como castigo por la desobediencia
durante los 3 ½ años de su predicación.
Falsificaciones de los dos testigos.
En el libro de Apocalipsis, Dios revela una profecía con
respecto a dos individuos llamados “la bestia” y “el falso profeta”, quienes se
opondrán a la obra de los dos testigos. La bestia será el líder civil a quien
toda la gente de la tierra, excepto los fieles a Dios, seguirá (Apocalipsis
13:3, 8). El falso profeta es la cabeza del sistema religioso que apoyará a la
bestia.
Una herramienta para entender la profecía es el principio
de tipo-antitipo. El relato en Éxodo 7:10-12 nos da una muestra de las
cosas que sucederán en el tiempo de los dos testigos. Comienza con el primer
encuentro entre Moisés y Faraón. Bajo la dirección de Moisés, Aarón tiró la
vara y ésta se convirtió en una serpiente. Los magos (Janes y Jambres) también
hicieron lo mismo con sus varas (Éxodo 7:11-12). El agua se convirtió en
sangre, y los magos hicieron la misma cosa (v. 22). Estos milagros fueron
hechos en la presencia de Faraón.
Durante la Gran Tribulación, el falso profeta también hará
milagros. “Inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y
señales y prodigios mentirosos” (2 Tesalonicenses 2:9).
Hablando de esta misma persona, Apocalipsis 13:11, 13-14
dice, “Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos
semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón… También hace grandes
señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra
delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales
que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia”.
Satanás usará a la bestia y al falso profeta como
falsificaciones de los dos testigos. Como resultado, Satanás continuará
engañando al mundo entero por medio de “señales y prodigios mentirosos” (2
Tesalonicenses 2:9) y la falsa religión (ver también Mateo 24:24; Apocalipsis
12:9).
¿Por qué se regocijará la gente por su muerte?
Después de que los dos testigos completen su ministerio de 3
½ años de predicar el evangelio al mundo entero, ellos perderán su protección
divina y serán muertos.
“Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del
abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. Y sus cadáveres
estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma
y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. Y los moradores de la
tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a
otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la
tierra” (Apocalipsis 11:7-10).
¿Por qué se regocijarán por su muerte? A la gran
mayoría de las personas en el mundo no les gustará su mensaje de
arrepentimiento. A la gente no le gusta que le digan que lo que están haciendo
es malo, que están pecando y necesitan cambiar. Ellos estarán enojados por las
plagas traídas sobre ellos como castigo por su falta de arrepentimiento por sus
pecados, y culparán a los dos testigos por el tormento que tantos sufrirán.
El regocijo por sus muertes no durará mucho. Después de 3½
días, Dios los resucitará de los muertos, y sus enemigos los verán ascender al
cielo (Apocalipsis 11:7-12). En cuanto a su ascensión al cielo, esto ocurre al
final de esta era y no es algo que haya estado sucediendo a la gente buena
cuando ella muere. Para una explicación más amplia, busque en este sitio
nuestro artículo “¿Qué es el cielo?”
¿Cuál es el punto?
La lección que aprendemos de los dos testigos es que Dios
enviará estos dos representantes especiales para advertir a la gente que se
arrepienta y cambie sus caminos pecaminosos—que vuelva sus corazones hacia
Dios. También vemos que necesitamos tener cuidado con los falsos profetas que
según la profecía vendrán y debemos estar alerta para no ser engañados. Es
mucho mejor que nosotros le respondamos a Dios ahora, cuando nos apercibimos de
lo que Él espera de nosotros.
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