¿Qué es el Reino de Dios—un reino literal o figurado? Si
bien generalmente se entiende que el mensaje que Jesús predicó era el del Reino
de Dios, la pregunta de si este Reino es literal o figurado es más complicada.
Ya que Jesús vino predicando que el Reino “se había acercado” (Marcos 1:15),
algunos piensan que este reino está literalmente aquí en la tierra mediante la
Iglesia o figurativamente en nuestros corazones. Otros, reconocen que “la carne
y la sangre no pueden heredar el reino de Dios” (1 Corintios 15:50), y dicen
que el reino no está aquí todavía.
Jesús reconoció la dificultad para entender esta parte de su
mensaje, por lo que lo llamó un “misterio”. Hablando a sus discípulos, Jesús
dijo: “A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que
están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no
perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean
perdonados los pecados” (Marcos 4:11-12).
¿Entonces que entendieron los discípulos? ¿Qué predijeron
Jesús y los profetas? Un estudio cuidadoso de las Escrituras nos da claridad.
El Reino de Dios es un reino literal. Dios le dio al Rey Nabucodonosor un sueño de una imagen de un hombre con una cabeza de oro, su pecho y brazos de plata, su vientre y muslos de bronce, sus piernas y sus pies en parte de hierro y en parte de barro. Dios reveló el significado del sueño a través de Daniel, mostrando que habría cuatro imperios mundiales (Daniel 2:31-43). La historia ha mostrado que éstos fueron los imperios Babilonio, Medo-Persa, Greco-Macedonio y Romano.
Concluyendo esta explicación, Daniel escribió: “Y en los
días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido,
ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos
reinos, pero él permanecerá para siempre” (v. 44). El Reino de Dios reemplazará
de esta manera los gobiernos de esta tierra.
El Reino de Dios será establecido en la tierra cuando Jesús
regrese. El Reino será establecido después de que Cristo regrese a la
tierra. Apocalipsis 11:15 declara: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo
grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de
nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. Jesús
les dijo a sus discípulos que cuando el Reino fuese establecido: “Vosotros que
me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las
doce tribus de Israel” (Mateo 19:28, comparar también Lucas 22:30).
Nosotros nos preparamos para el Reino al vivir de acuerdo con las reglas del Reino ahora. Jesús le explicó a Nicodemo cómo puede uno entrar en el Reino de Dios. Le dijo que uno debe “nacer de nuevo” (Juan 3:1-8). Este proceso empieza con el bautismo, el cual significa la muerte del viejo hombre pecaminoso y el principio de una nueva vida dedicada a Cristo (Romanos 6:1-5). Esto culmina en un cambio de carne y sangre mortal a un espíritu inmortal al regreso de Cristo (1 Corintios 15:50-53; 1 Tesalonicenses 4:16-17).
Cuando comenzamos este proceso, nosotros somos “trasladados”
simbólicamente al Reino (Colosenses 1:13) y nuestra “ciudadanía” se considera
ahora como si estuviera en el cielo (Filipenses 3:20). Al completarse el proceso
de nacer de nuevo, seremos cambiados a seres inmortales y nos convertiremos en
reyes y sacerdotes sirviendo en el Reino de Dios sobre la tierra (Apocalipsis
1:6; 5:10). Para una explicación más profunda, busque en este sitio el artículo
“¿Qué significa nacer de nuevo?”
Ahora que usted sabe qué es el Reino de Dios, usted necesita entender cómo obedecer el mandato de Jesús de buscar este Reino y su justicia (Mateo 6:33). Su tarea consiste en aprender cuáles son las leyes de Dios y entonces empezar a vivir de acuerdo con las reglas de ese Reino.
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