La
Biblia constantemente describe a Dios como alguien bueno. Pero unas personas
dicen que Él no es bueno o que algunas de las cosas que hace no lo son.
¿Existen diferentes definiciones para el bien?
Cuando
Dios se le apareció a Moisés y a la nación de Israel, fue en estos términos: “Y
pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Eterno! ¡Eterno! fuerte,
misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad”
(Éxodo 34:6).
La Biblia nos
dice esto acerca del Eterno, Dios creador: “Toda buena dádiva y todo don
perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay
mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17). Si un regalo es “bueno”,
definitivamente viene de Dios —el Dios que nunca cambia.
“Bueno
eres tú, y bienhechor,” (Salmos 119:68).
“Bueno”
es la descripción constante de las escrituras para
la naturaleza y acciones de Dios. En la primera revelación
en la Biblia acerca de Dios y su creación, la palabra “bueno” es usada
repetidamente. Dios describe como “bueno” las cosas que Él hizo durante los
días de la creación, y la obra de la creación completa fue resumida como “muy
buena” (Génesis 1:4, 10, 12, 18, 21, 25).
De
acuerdo con la Biblia, Dios es bueno.
¿Cuál
es la definición y el estándar del “bien”?
¿Pero
qué significa exactamente esto? En un mundo de maldad, dolor y sufrimiento
puede surgir la pregunta si en verdad Dios es totalmente bueno.
¿Quién
define el “bien”? No todo el mundo está de acuerdo.
De
hecho, algunos aseguran que el Dios que se describe en la Biblia es cruel y
definitivamente no es bueno. Un escritor, Christopher Hitchens, ha ido tan
lejos que escribió un libro titulado God Is Not Great: How Religion
Poisons everything (Dios no es Grandioso: cómo la religión envenena todo).
Según
Christopher Hitchens, Dios no es grandioso ni bueno.
¿Por
qué las personas difieren al definir el “bien”? Puede que sea cuestión de
percepción. Si el ser es la perspectiva, entonces una persona puede
definir algo como “bueno” en términos de cómo alguien o algo afecta
el ser. Usted es “bueno” dependiendo de cuán feliz y alegre me hace
sentir. El “yo” se convierte en el punto de referencia para definir la
“bondad”. La felicidad o la alegría de los demás no es importante.
La
definición del “bien” para la gente puede depender también del tiempo. Algunas
personas tienden a evaluar la vida solo a corto plazo. Si usted me complace ya
—hoy, entonces usted es “bueno”.
Esto,
por supuesto, deja el mañana y el próximo año fuera del panorama por completo.
Ignora la posibilidad de que algo que trae placer a corto plazo, pueda
ocasionar dolor, sufrimiento o pérdida a largo plazo. Tampoco logra ver lo
bueno que puede llegar a ser el resultado a largo plazo de las luchas y el
sufrimiento a corto plazo.
Otros
asocian “bondad” con “amabilidad” o buenos modales —nunca hiriendo los
sentimientos de otras personas— siempre diciendo cosas positivas y siendo
cortés con los demás. En tiempos modernos, el término “políticamente correcto”
se ha venido utilizando de manera institucionalizada para describir la
“amabilidad” — muchas veces en detrimento de la veracidad o crítica
constructiva. En su forma avanzada puede resultar en “tolerancia” moral a un
comportamiento, incluso un comportamiento que hiera y dañe a otras personas.
La
lista podría continuar. Otras opiniones, como la de la esencia de la “bondad”
se centran en cualidades tales como la generosidad, humildad, lealtad y
“espiritualidad”. Hay una considerable variación en cómo la gente ve el
concepto del “bien”.
¿Pero
cómo define la Biblia la “bondad”? ¿En qué sentido de la palabra “bueno”, Dios
es “bueno” —según el testimonio de la Biblia?
Si
queremos entender a Dios y su bondad, es muy importante que estudiemos lo que
nos enseña la Biblia acera de esta pregunta. Cuando lo hacemos, nos damos
cuenta de que las diferentes opiniones del ser humano y perspectivas acerca de
la “bondad” mencionadas anteriormente, carecen de una entendimiento completo.
La
bondad de Dios en el desarrollo de su plan de salvación
Según
las escrituras, nosotros podemos entender la “bondad” de Dios en la elaboración
de su gran plan de salvación. Dios tiene un plan maravilloso para el ser
humano que Él creó —¡un plan formidable! Según el propósito de Dios, ese plan
toma tiempo, paciencia y resistencia. Para que ese maravilloso plan se lleve a
cabo, vienen pruebas a lo largo del camino para nosotros lo seres humanos
(Mateo 7:13-14).
No
es fácil, pero es bueno —totalmente bueno. Dios es bueno, y esa bondad se ve en
la medida que Él va cumpliendo su propósito de ir aumentando su familia.
Entendamos. Dios el Padre y Jesucristo están comprometidos a “llevar muchos
hijos a la gloria” (Hebreos 2:10). Ellos están aumentando la familia de
Dios. Su propósito es traer a los seres humanos a la vida eterna en medio de
una relación familiar amorosa con ellos —para hacer muchos más a su “imagen y
semejanza” (Génesis 1:26; 1 Corintios 15:49; Colosenses 3:10).
Llevando
a cabo ese propósito, Dios revela su carácter y su naturaleza a la humanidad.
Él nos muestra que seremos como Él. Su carácter es puro, santo y amoroso. En
esta revelación de su santa naturaleza a su creación humana, Dios es
bueno. “Bueno y recto es el Eterno; Por tanto, él enseñará a los pecadores
el camino” (Salmos 25:8).
Dios
revela su justa ley a la humanidad. Su ley sirve como guía para vivir de una
manera que le agrade a Dios, y nos lleva al cumplimiento de su plan. Al poner a
disposición del hombre esa guía y esa “luz” espiritual, Dios es
bueno. “Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos” (Salmos 119:68).
Llevando
a cabo su glorioso propósito, Dios primero ha hecho mortal a la humanidad y le
ha dado vida física. En esa vida, todos los hombres y mujeres han pecado
—violando las leyes justas de Dios, y careciendo de la santidad y pureza
espiritual de Dios. (Romanos 3:23, 6:23).
La
bondad de Dios lleva al hombre al arrepentimiento
Cuando
Dios trabaja directamente en la vida de un ser humano pecador, lo condena por
sus pecados y le concede el don del arrepentimiento —una voluntad y
compromiso para cambiar, para ser como Dios y buscar su perdón. Al hacer esto,
Dios es bueno: “¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y
longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?” (Romanos
2:4).
Cuando
el deseo de las personas es estar en conformidad con los caminos de Dios y
vivir de acuerdo a sus leyes justas y apartarse de la senda del pecado, Dios es
amable, misericordioso y desea perdonar sus pecados. En esta misericordiosa
respuesta al arrepentimiento, Dios es bueno. “Porque tú, Señor, eres bueno y
perdonador, Y grande en misericordia para con todos los que te invocan” (Salmo
86:5).
El
sacrificio de Cristo muestra la bondad de Dios
Cuando
Dios llama y escoge a una persona para que lo conozca y lo trae al
arrepentimiento y perdón, ese perdón se da a través de la fe en la muerte —el
sacrificio— de Jesucristo. Cristo, el hijo de Dios, murió por los pecadores,
para que pudiéramos vivir. Al aceptar Dios el Padre misericordiosamente la
muerte de Cristo, en lugar de la muerte eterna para un pecador arrepentido, Dios
es bueno.
Cuando
una persona se ha arrepentido del pecado y ha pedido la misericordia de Dios y
el don del Espíritu Santo, Dios vive y trabaja dentro de esa persona, a través
del poder de ese espíritu. Si la persona entonces utiliza ese poder espiritual
dado por Dios para que cambie, esa persona puede ser transformada en su
interior. Al hacer esto, Dios es bueno: “porque Dios es el que en
vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”
(Filipenses 2:13).
En
todo aspecto relacionado en llevar a cabo su plan de salvación, a través
de Jesucristo, en la vida de los seres humanos, Dios es bueno.
¡Finalmente
todos entenderán la bondad de Dios y su plan!
Como
vimos anteriormente, no todas las personas entienden el “bien” de la misma
manera. Muchos no lo entienden a la luz de la Biblia ni con la naturaleza y
obras de Dios. La mayoría no sabe ni conoce la increíble “bondad” de Dios. Pero
incluso teniendo en cuenta esto, ¡hay buenas noticias!
¡Las
buenas noticias son que esto va a cambiar! La Biblia revela que ya viene el
tiempo en que el conocimiento de Dios —de cómo es Él y cómo actúa, de la
“bondad” de Dios— se extenderá mucho más de lo que está actualmente. “Porque la
tierra será llena del conocimiento de la gloria del Eterno, como las aguas
cubren el mar” (Habacuc 2:14).
¡En
ese maravilloso momento, cuando el Reino de Dios gobierne en la
tierra, la bondad de Dios será conocida, entendida y alabada a través de todo
el mundo!
“Del
poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu
grandeza. Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia.
Clemente y misericordioso es el Eterno, Lento para la ira, y grande en
misericordia. Bueno es el Eterno para con todos, Y sus misericordias sobre
todas sus obras” (Salmos 145:6-9).
¿Qué
debería hacer usted?
Conocer
a Dios es la relación más importante y significativa que usted puede tener.
Conocer su bondad es inspirador —nos llena de esperanza y nos motiva a vivir
una vida con sentido, confianza y propósito. Usted puede conocer a Dios mejor.
Lea y estudie el material de este sitio para aprender más de Dios, el plan que
tiene para la humanidad y su propósito para su vida.
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